¿Podría ser que Europa se estuviera auto-engañando?
Estoy convencido que hay muchas buenas personas en Europa que están dispuestas a ayudar y la prueba es que la población de la Isla de Lampedusa lo ha hecho y lo sigue haciendo porque desde su bondad y humanidad empatizan con el drama de estos héroes a los que llamamos refugiados, y desean ayudar acogiéndolos.
Seguro que este es el impulso o deseo original también de Europa o de muchos europeos, e incluso de muchos políticos de buena voluntad. Nadie discute que este impulso o deseo de ayudar sea complejo de gestionar, es obvio que lo es. De igual forma nadie puede discutir de que con buena voluntad, medios, creatividad, solidaridad y un liderazgo inspirador y humanizado, es un desafío complejo pero posible, y pocos retos como este serían más ilusionantes, transformadores y transcendentes.
Por tanto, como todo en la vida, se trata de elecciones, y en este caso la elección es honrar este deseo de ayudar y los valores que ello conlleva, deseando ver este reto como una gran oportunidad desde el amor y la pasión por vivir, o traicionar esta sensibilidad e impulso original sentido, distorsionar la realidad y verlo todo desde el miedo y el egocentrismo.
Cuando nos auto-traicionamos, necesitamos justificarnos de nuestra elección. Parece claro que no somos capaces de considerarlos como personas, y nos inhibimos de sus dramas y de sus necesidades. Y son seres humanos exactamente igual que nosotros pero no los vemos como tales, en realidad los vemos como objetos irrelevantes, los cosificamos.
La dificultad del autoengaño es que estamos ciegos y no nos damos cuenta que nosotros somos el problema y que nosotros lo hemos creado. Cuando nos auto-traicionamos empezamos a distorsionar la realidad, y como dice el artículo empezamos a creernos la película de que estamos siendo invadidos, pasan de ser irrelevantes a obstáculos o amenazas y en un extremo hasta llegamos a desconfiar que sean terroristas!! Por otro lado, empezamos a vernos a nosotros mismos como una autoridad justa, responsable, prudente y controladora que vela por la seguridad de los europeos.
En mi opinión, las emociones llenan la vida de sentido, y merece la pena hablar menos, sentir más y desde aquí hacer cosas nuevas que lleven a resultados nuevos. Para que esos nuevos comportamientos sean efectivos y sostenibles en el tiempo, nuestro reto es cambiar de forma radical y fundamental la manera de VER y considerar a los demás.
El siguiente párrafo es una traducción de la extraordinaria canción "Somewhere" de Barbra Streisand, que me ha inspirado como mensaje y deseo de que despertemos del autoengaño y de que las cosas algún día (ojalá que sea pronto) cambien para estos héroes que luchan por sobrevivir en algún lugar donde se sientan VISTOS como personas, que sientan que importan como cualquier otro ser humano, y donde tengan la oportunidad partiendo de cero, de volver a empezar una nueva vida.