viernes, 3 de marzo de 2017

Est Modus in Rebus

El poeta Horacio, quizás más conocido por su mensaje ”Carpe diem quam minimum credula postero”, tenía otra frase que ha inspirado toda la vida a quien fue mi último jefe. La frase es "Est Modus in Rebus" y puede significar algo así como un mensaje de dosis de equilibrio en todo lo que haces, tener moderación y proporción en todas las cosas. 
La frase me la ha "regalado" sabedor de mi pasión por la filosofía del "Carpe Diem", mientras conversábamos después de 4 años sin vernos, durante 4 horas, y en el lugar habitual, el mismo donde celebramos hace unos años su 60 aniversario.
Conversación profunda sobre la vida, los aprendizajes y sobre todo de relaciones, las que importan de verdad. ¡Qué maravilla poder conversar así con alguien como él!
Ir cumpliendo años, hace más sabias a las personas, y me encanta aprender de personas que me han marcado y que siguen siendo referentes para mí. Él es una de esas personas.
Hablando de que no viviremos eternamente, coincidimos en la importancia de cultivar más las relaciones importantes en la vida, y de hacerlo sin más dilación, antes de que podamos arrepentirnos de nuestra inacción y sea demasiado tarde. Si tenemos conversaciones pendientes, tenemos la elección de no seguir engañándonos y tomar la iniciativa dando nosotros el paso más importante que esperamos que dé la otra persona. Porqué, ¿qué hay más importante en la vida que las personas a quienes más queremos?
Le explicaba que lo que me enamoró del libro de "La Caja" del Instituto Arbinger fue precisamente tomar conciencia del impacto que tiene en las relaciones, aflojar el foco en mí mismo y poner foco en la otra persona, tener curiosidad genuina en saber más, conocer más sus anhelos, sus sueños, sus necesidades y dolores de cabeza. Ver y considerar a los demás, que se sientan vistos por nosotros, que sientan que vemos su esencia, su alma, toda su humanidad.
Contar hasta 10, aplicar el "Est Modus in Rebus", puede ser muy útil también en las relaciones difíciles, para preparar por ejemplo una conversación pendiente con ellas. Preguntarnos como estamos viendo de verdad a esa persona o podríamos correr el riesgo de volverla a ver (prejuicios) y qué efectos tendría verla así en ese encuentro, nos puede ayudar precisamente a auto-gestionarnos para que si pasa, podamos reaccionar. Recordar los mejores momentos y recordar la esencia y humanidad mostrada por esta persona, nos puede ayudar a verla muy diferente y por tanto a comunicarnos e impactar de forma mucho más auténtica, empática y positiva.
¿Sientes que estás posponiendo alguna conversación pendiente? No tengas miedo, "Carpe Diem" y adelante. Horacio, 65 años antes de Cristo, ya lo decía.

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